Marco de Inversión

Metodología Clara

Establecer reglas claras desde el inicio: qué comprar, cuánto asignar y cuándo revisar. Sin decisiones emocionales.

Horizonte Temporal

Invertir pensando en años, no en semanas. El largo plazo reduce el ruido del mercado y favorece la consistencia.

Objetivos Medibles

Definir expectativas realistas de rentabilidad y riesgo. Ajustar la asignación de activos según tu perfil.

Diversificación Práctica

Visualización de diversificación de activos

Múltiples Activos

Combina renta variable, renta fija, inmobiliario y otros activos. Cada uno responde de forma distinta a los ciclos económicos.

Geografía Global

No concentres en un solo país o región. La diversificación geográfica reduce el riesgo específico de mercados locales.

Sectores Variados

Evita apostar todo a un sector. Tecnología, salud, consumo, energía: cada uno con su propio comportamiento.

Rebalanceo Periódico

El mercado mueve las ponderaciones de tu cartera. El rebalanceo restaura el equilibrio original, vendiendo lo que subió demasiado y comprando lo que bajó.

Frecuencia Definida

Rebalancea cada trimestre, semestre o año. Lo importante es la consistencia, no la perfección del timing.

Límites de Desviación

Establece bandas: si un activo se desvía más del 5-10% de su objetivo, actúa. Evita el rebalanceo constante.

Control de Costes

Ten en cuenta comisiones y fiscalidad. Rebalancear tiene sentido si el beneficio supera los costes asociados.

Costes y Eficiencia

Eficiencia en costes de inversión

Los costes son uno de los pocos elementos que puedes controlar. Comisiones de gestión, spreads, impuestos: cada punto porcentual importa a largo plazo. Prioriza instrumentos de bajo coste y revisa las comisiones recurrentes.

Preguntas Clave

  • ¿Cuál es mi tolerancia al riesgo? Define qué caída estás dispuesto a soportar sin cambiar de estrategia.
  • ¿Cuánto tiempo puedo mantener la inversión? A mayor plazo, mayor capacidad para asumir volatilidad.
  • ¿Qué porcentaje destinar a cada activo? Empieza con una asignación estándar y ajusta según tu perfil.
  • ¿Con qué frecuencia revisar? Una revisión trimestral o semestral suele ser suficiente.
  • ¿Cómo medir el progreso? Compara tu rentabilidad ajustada al riesgo, no solo el rendimiento bruto.

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